Cómo evitar que su hijo sea un pandilleropor Ricardo Bentancur | Tomado de El Centinela® de Febrero 2008 |
| Los Alvarado vivían en la ciudad de Salinas, California, a pocos kilómetros de la autopista 101 que recorre el Estado de sur a norte, cerca de una salida rápida hacia los campos de trabajo, en el “Estado dorado”, como para no dudar de que rápido también alcanzarían el sueño norteamericano. Habían llegado de México hacía 17 años y en pocos años ya tenían casa propia, varios automóviles y una camioneta “recién compradita”. Los tres hijos de esta familia se habían criado solos porque ambos padres estaban metidos de “cuerpo entero” en las abundantes cosechas californianas, que corrían, como la autopista, de norte a sur, de invierno a verano, desde la madrugada al anochecer. Ellos pensaban que la mujer que los cuidaba les daba lo que necesitaban; y aquella mujer se arreglaba con el televisor para entretenerlos. Desde muy pequeños, aquellos tres hijos de la familia Alvarado comían y bebían televisión. Cuando adolescentes, sus mejores maestros fueron sus amigos y “esa junta de vagos que recorre el barrio como fantasmas”, como solía decir Francisco Alvarado, el padre de familia. “Trabajamos el año enterito”, decía su esposa. Y lo decía con cierto orgullo. . . pero también con cierto tono de desazón y desorientación. De tanto trabajar, de tanto acumular, de tanta ausencia e indiferencia, sus tres hijos habían tenido un destino trágico. El mayor había sido asesinado en una balacera entre pandilleros. Los otros purgaban sendas culpas en la cárcel: uno con cadena perpetua por homicidio; el otro con una condena de 20 años por complicidad en una violación. Los Alvarado habían venido a los Estados Unidos para salvar sus vidas, pero sentían que habían perdido la familia, particularmente la vida de sus hijos. ¿Qué pasó en esta familia? ¿Por qué sus tres hijos fueron devorados por las pandillas? ¿Qué hubieran podido hacer los padres de estos niños para identificar a tiempo las señales de advertencia? ¿Qué podemos hacer nosotros para evitar que nuestros hijos se tornen pandilleros? La pandilla: La otra familiaDe acuerdo a la organización Family Information Services de Minnesota [Servicios de información para familias de Minnesota] las pandillas se originan a causa del vacío que existe en la vida de un individuo y que no puede ser llenado por la familia. Este vacío se debe a que la familia no cumple con su función de unir y proteger. La pandilla es un problema familiar. Pero no queda allí: La comunidad también falla. La elevada tasa de pobreza en algunas comunidades, la falta de oportunidades económicas, los valores que se transmiten a través de la televisión y el cine, la “norma social” para determinar quién es exitoso y merece el respeto de los otros, son algunos de los factores de riesgo que propician la violencia y las pandillas.“El pandillero no nace porque no haya suficientes policías... Es un problema comunitario y es ahí donde tenemos que enfocarnos para brindar soluciones”, consideró Eduardo Cordero, supervisor del Departamento de Libertad Condicional del condado de Los Ángeles, en un encuentro organizado por la Asociación de Investigadores contra las Pandillas de California. En ese encuentro, realizado en Anaheim, participaron 1.700 agentes policiales, detectives y especialistas de 38 estados norteamericanos. La sociedad está preocupada porque el problema es grave: Según cifras del Departamento de Justicia, en los Estados Unidos existen unas 25 mil pandillas activas en tres mil jurisdicciones, integradas por unos 750 mil miembros. Según el Centro Nacional para la Prevención y el Control de Daños Físicos (NCIPC, por sus siglas en inglés), en el año 2002 más de 877 mil jóvenes entre 10 y 24 años sufrieron heridas por actos violentos, y uno de cada 13 de ellos recibió atención médica. ¿Por qué nuestros hijos caen en las pandillas?Desde el punto de vista psicológico, el joven se rinde a la tentación de las pandillas por las siguientes razones:
¿Cómo saber si su hijo está en una pandilla?Con el propósito de prevenir, estas son algunas preguntas que usted debe formularse:
Lo que usted puede hacerClaro que los maestros, los líderes religiosos y los servidores públicos pueden hacer mucho por sus hijos, pero la responsabilidad primaria es suya, como padre. La vida adulta de un hijo comienza en el vientre de la madre. Y la prevención es fundamental para evitar sorpresas trágicas o preguntas sin respuestas. Tenga en cuenta los siguientes consejos:
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miércoles, 28 de marzo de 2012
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