miércoles, 28 de marzo de 2012



Cómo evitar que su hijo sea un pandillero

por Ricardo Bentancur
 
Tomado de El Centinela®
de Febrero 2008
  

Los Alvarado vivían en la ciudad de Salinas, California, a pocos kilómetros de la autopista 101 que recorre el Estado de sur a norte, cerca de una salida rápida hacia los campos de trabajo, en el “Estado dorado”, como para no dudar de que rápido también alcanzarían el sueño norteamericano.
Habían llegado de México hacía 17 años y en pocos años ya tenían casa propia, varios automóviles y una camioneta “recién compradita”. Los tres hijos de esta familia se habían criado solos porque ambos padres estaban metidos de “cuerpo entero” en las abundantes cosechas californianas, que corrían, como la autopista, de norte a sur, de invierno a verano, desde la madrugada al anochecer. Ellos pensaban que la mujer que los cuidaba les daba lo que necesitaban; y aquella mujer se arreglaba con el televisor para entretenerlos. Desde muy pequeños, aquellos tres hijos de la familia Alvarado comían y bebían televisión. Cuando adolescentes, sus mejores maestros fueron sus amigos y “esa junta de vagos que recorre el barrio como fantasmas”, como solía decir Francisco Alvarado, el padre de familia. “Trabajamos el año enterito”, decía su esposa. Y lo decía con cierto orgullo. . . pero también con cierto tono de desazón y desorientación.
De tanto trabajar, de tanto acumular, de tanta ausencia e indiferencia, sus tres hijos habían tenido un destino trágico. El mayor había sido asesinado en una balacera entre pandilleros. Los otros purgaban sendas culpas en la cárcel: uno con cadena perpetua por homicidio; el otro con una condena de 20 años por complicidad en una violación. Los Alvarado habían venido a los Estados Unidos para salvar sus vidas, pero sentían que habían perdido la familia, particularmente la vida de sus hijos.
¿Qué pasó en esta familia? ¿Por qué sus tres hijos fueron devorados por las pandillas? ¿Qué hubieran podido hacer los padres de estos niños para identificar a tiempo las señales de advertencia? ¿Qué podemos hacer nosotros para evitar que nuestros hijos se tornen pandilleros?

La pandilla: La otra familia

De acuerdo a la organización Family Information Services de Minnesota [Servicios de información para familias de Minnesota] las pandillas se originan a causa del vacío que existe en la vida de un individuo y que no puede ser llenado por la familia. Este vacío se debe a que la familia no cumple con su función de unir y proteger. La pandilla es un problema familiar. Pero no queda allí: La comunidad también falla. La elevada tasa de pobreza en algunas comunidades, la falta de oportunidades económicas, los valores que se transmiten a través de la televisión y el cine, la “norma social” para determinar quién es exitoso y merece el respeto de los otros, son algunos de los factores de riesgo que propician la violencia y las pandillas.
“El pandillero no nace porque no haya suficientes policías... Es un problema comunitario y es ahí donde tenemos que enfocarnos para brindar soluciones”, consideró Eduardo Cordero, supervisor del Departamento de Libertad Condicional del condado de Los Ángeles, en un encuentro organizado por la Asociación de Investigadores contra las Pandillas de California. En ese encuentro, realizado en Anaheim, participaron 1.700 agentes policiales, detectives y especialistas de 38 estados norteamericanos.
La sociedad está preocupada porque el problema es grave: Según cifras del Departamento de Justicia, en los Estados Unidos existen unas 25 mil pandillas activas en tres mil jurisdicciones, integradas por unos 750 mil miembros. Según el Centro Nacional para la Prevención y el Control de Daños Físicos (NCIPC, por sus siglas en inglés), en el año 2002 más de 877 mil jóvenes entre 10 y 24 años sufrieron heridas por actos violentos, y uno de cada 13 de ellos recibió atención médica.

¿Por qué nuestros hijos caen en las pandillas?

Desde el punto de vista psicológico, el joven se rinde a la tentación de las pandillas por las siguientes razones:
  • Carece de autoestima.
  • Busca una identidad propia en un grupo que lo haga sentir aceptado.
  • No puede lidiar con la presión de sus amigos.
  • Ha perdido el control sobre su vida en la búsqueda del respeto y el poder.
  • No ha tenido ejemplos positivos en su familia ni en la comunidad.
  • El desequilibrio entre el deseo por tener cosas, alimentado por los medios de comunicación, y la pobreza en la que vive su familia.
  • Desde el punto de vista social, estas son las condiciones que favorecen el fenómeno:
  • El estilo de vida extravagante y tentador que muestran los miembros de las pandillas.
  • La necesidad de dinero y un modo fácil de obtenerlo.
  • El sentido de estatus social que brindan los amigos o los “contactos”.

¿Cómo saber si su hijo está en una pandilla?

Con el propósito de prevenir, estas son algunas preguntas que usted debe formularse:
  • ¿Cómo es el comportamiento de mi hijo? ¿Cambió su estilo de vida? ¿Escucha otro tipo de música?
  • ¿Tiene una actitud y una conducta diferente a la normal? ¿Se lo ve apático y desinteresado en los miembros de su familia? ¿Sale en la noche y no regresa durante varios días?
  • ¿Quiénes son sus amigos? ¿Tendrá relación con algún pandillero?
  • ¿Tiene problemas de aprendizaje y bajas calificaciones?
  • ¿Tiene tatuajes o símbolos de pandillas en su piel o parches raros en la ropa?
  • ¿Cambió en forma muy llamativa su manera de vestir?
  • ¿Tiene dinero que no puede explicar cómo lo consiguió? ¿Apareció en la casa con un automóvil nuevo, sin razón alguna?
  • ¿Estará ingiriendo drogas o bebiendo alcohol?
  • ¿Qué tipo de relación tiene con la policía o con las figuras de autoridad, como el maestro de la escuela o el dirigente religioso de su iglesia?

Lo que usted puede hacer

Claro que los maestros, los líderes religiosos y los servidores públicos pueden hacer mucho por sus hijos, pero la responsabilidad primaria es suya, como padre. La vida adulta de un hijo comienza en el vientre de la madre. Y la prevención es fundamental para evitar sorpresas trágicas o preguntas sin respuestas. Tenga en cuenta los siguientes consejos:
  • Conozca a los amigos de sus hijos: Cómo influyen sobre ellos y qué hacen cuando están juntos.
  • Hable con ellos acerca de los peligros de las pandillas.
  • No les compre ni les permita usar ropa de pandillas. Esto podría atraer la atención de personas indeseables.
  • Pase su tiempo libre con sus hijos. Juegue con ellos.
  • Comuníquese. Una buena comunicación es abierta, frecuente y positiva. Esto permitirá que sus niños se expresen y confíen en usted.
  • Déles tareas para hacer en la casa; inscríbalos en actividades extraescolares, deportivas, en programas comunitarios o de la iglesia.
  • Enfatice el valor de la educación y motívelos a rendir bien en la escuela.
  • Busque modelos positivos para ellos. Incentívelos en la lectura de biografías de personas con vidas ejemplares e inspiradoras.
  • Planifique actividades con toda la familia. Intégrelos.
  • Establezca límites y reglas para sus hijos. Que sepan qué es y qué no es aceptable desde una edad temprana; por ejemplo, que lleguen a casa a una hora razonable.
  • Involúcrese en la educación de sus hijos: vaya a su escuela, llegue a conocer a sus maestros y asista a los eventos para padres y maestros.

Pandillerismo: Causas Y Origenes

CAUSAS DEL PANDILLERISMO

Podemos señalar que las Pandillas se originan por las siguientes causas:

LA DESINTEGRACIÓN FAMILIAR Y EL ABANDONO MORAL

Es la principal causa para que los niños (hay casos comprobados por la policía de apenas siete u ocho años), adolescentes y jóvenes se incorporen a pandillas. La familia como integración básica de la sociedad está en crisis; hay un alto porcentaje de separaciones y abandono familiar. Empero, la ausencia de los padres, por la situación económica dedican más tiempo a la obtención del ingreso familiar, generando un vacío que la sustitución de la crianza de los hijos por otros familiares empleados o conocidos no puede llenar, porque no guardan el mismo interés por su educación comunitaria.

Las presiones económicas, obligan a ampliar los horarios de trabajo y a eliminar los momentos dedicados a la integración familiar, la afectividad y la recreación entre padres e hijos, elementos importantes en su formación. Este estado de abandono familiar y falta de siembra de valores axiológicos en diferentes grados, formas, se ha reemplazado por traumáticos, lo que influye a que los niños y adolescentes que proceden de estos hogares sean fácilmente captados por las pandillas, en las que atinan el apoyo, la afectividad, identificación y referencia grupal que no descubren en su propio entorno de origen.

Las condiciones de vida de estas familias influyen decisivamente en la formación de puntos de vista económico, con significado criminógeno. Vienen de familias con escándalos frecuentes, consumidores de licor y drogas, promiscuas, etc. Influencia negativa que tienen sobre los niños y jóvenes que se percatan de estas conductas de los adultos que los rodean.


El pandillerismo y el desarrollo municipal

Fui un grafitero, participé en riñas, unas veces golpee, otras muchas fui golpeado, a la cárcel municipal fui a parar…

José Guadalupe Isabeles Martínez

El pandillerismo es un asunto delicado en todo Sayula. Ha venido a hacer del municipio tierra fértil para su cultivo y cosecha durante años. Y ¿qué ha hecho el municipio para atender la situación? Para brindar soluciones a este respecto tendríamos que identificar primero el problema e involucrar en ello a quienes están directamente relacionados.

Por supuesto que no hay soluciones mágicas. Para nada. Pero, ¿qué se puede hacer? Bueno, pues, mucho. Lo más difícil aquí es identificar el problema, porque si partimos de una problemática equivocada todo lo que trabajemos por consiguiente estará sesgado y los resultados sin temor a equivocarnos no serán los deseados. Entonces ¿cuál es el problema en relación a la violencia? A simple vista se puede decir que lo es el pandillerismo. O bien se puede señalar la acción o acciones muchas veces negativas que se desprenden de él, tales como alcoholismo, drogas, violencia, etc.

Hasta aquí tenemos dos posibles problemas. Pero podemos agregar más. La educación, desintegración familiar, falta de empleo, pobreza o más genéricamente la falta de oportunidades para el desarrollo. No obstante, el problema o causa de todo puede ser visto como la pobreza, y ésta a su vez deriva entre otras cosas en el pandillerismo. De ser así se asumiría al pandillerismo como un problema. Sin embargo, al hacer esto caeríamos en una actitud discriminatoria contra esta forma social de organización que no necesariamente debe apreciarse en su totalidad como negativa.

También quiero decir que no estoy viendo este asunto como cualquier cosa, o que tomé este caso así como pude haber tomado otro, lo cual quiere decir que nada se del pandillerismo y que mucho menos entiendo algo. Déjeme contarle que en mi adolescencia fui yo un pandillero. Al ser un muchacho inmaduro, inestable y rebelde tomé como pretexto los asuntos familiares para refugiarme en el pandillerismo. Fui un grafitero, participé en riñas, unas veces golpee, otras muchas fui golpeado, a la cárcel municipal fui a parar… cometí estupideces.

Esta parte de mi pasado es algo de lo que no me siento necesariamente orgulloso, pero que ya constituye una porción importante de mi y es algo que de vez en vez viene a mi mente para no olvidar de dónde vengo y quién soy. En fin, hoy estoy a cosa de un mes de recibir mi título profesional de Licenciado en Ciencia Política, y mi vida al menos en ese sentido ha dado un giro de 180 grados.

Continuando, es necesario localizar aquellos puntos conflictivos o con cierto potencial de ello. Para esto posiblemente se tendrían que identificar todos los barrios más desatendidos o donde existe un templo y por consiguiente una virgen o un santo, lo que nos lleva a tener que considerar prácticamente todo el municipio (La Candelaria, el Santuario, San Miguel, San Lucas, La Virgencita, etc.). Consideremos el barrio del Santuario. Como en general pasa con el municipio, este es un barrio menesteroso con calles marginadas, y sin parques más allá del que tiene el templo, y a reserva de lo que entendamos por “parque.”

Parte de una política integral sería reparar las calles con cemento hidráulico (calidad, siempre calidad), pero involucrar a la gente de la colonia para que haga suyo el proyecto. Los primeros involucrados serían los miembros de la pandilla local. Que sean ellos quienes carguen los materiales, ellos quienes excaven, ellos quienes se hagan responsables del éxito de esta obra. Otra medida sería construir un Centro Comunitario en el barrio, donde también participe de su construcción el principal grupo de enfoque. Que ellos carguen sus materiales, que ellos hagan la mezcla, que ellos peguen ladrillo…

Porque más allá del simple opinar qué requiere su colonia para progresar e incluso ser tomada como modelo por otras, los beneficiarios han de involucrarse con acciones en las actividades. Clases de inglés, mandarín, sobre algún software en especial, reparación de computadoras, oficios, y hasta conferencias y muestra de documentales pueden ser parte de la estrategia de enseñanza y rescate en estos centros comunitarios. Toda la comunidad del barrio, particularmente la niñez y los jóvenes serán los beneficiarios.

Participar en la dignificación de sus colonias reparando y/o pintando las fachadas de sus casas y vecinos, son labores que fomentan la cohesión social. Restaurando los interiores y sustituyendo los pisos de tierra por pisos dignos. Los pandilleros podrían construir un centro de acopio de papel, cartón, plástico, aluminio, cobre y fierros para venderlos en Guadalajara. Hasta podrían edificar dos empresas: una de pintores profesionales y otra de recolectores de materiales. ¿No es esto interesante? Pues hay en cada uno de nosotros un mundo inimaginable y un potencial muchas veces desperdiciado.

que es pandillerismo

Es alguen que pertenece a una pandilla y una pandilla comúnmente es un grupo de personas que sienten una relación cercana, o íntima e intensa entre ellos, por lo cual suelen tener una amistad o interacción cercana con ideales o ideología o filosofía común entre los miembros; hecho que les lleva a realizar actividades en grupo, que puede ir desde salir de fiesta en grupo hasta realizar actividades violentas.

En Iberoamérica el término de pandilla suele tener especialmente connotaciones negativas, ya que su uso comúnmente se refiere para indicar a grupos, bandas o tribus urbanas que habitualmente realizan acciones violentas contra otras personas.

Algunas formas de clasificar a una pandilla son las siguientes: pandillas culturales, cuyo fin es únicamente de "honor" y camaradería, y las pandillas industriales cuyos fines son por lo general ilícitos y van desde la violencia, el narcotráfico hasta asesinato y otras actividades más.

Los pandilleros típicamente son jóvenes entre 13 y 21 años de edad. A la mayoría no le ha ido bien en la escuela y muchos hasta han abandonado sus estudios antes de terminarlos. A menudo tienen familiares que han estado en las pandillas. Usualmente los jóvenes más involucrados en la pandilla tienen historial de estar sin supervisión adulta diariamente por largos periodos de tiempo desde una temprana edad. Estos jóvenes se unen a las pandillas en busca de aceptación, compañía, reconocimiento y el sentimiento de pertenecer.

pandillerismo

 


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vandalismo: vandalismo: Los vándalos eran los integrantes de un pueblo bárbaro de origen germánico oriental que quedó en la historia como símbolo del salvajismo ...
http://www.youtube.com/watch?v=GmNd7NCAusU
http://www.youtube.com/watch?v=qWXy7HUZA6E&feature=related

vandalismo

Los vándalos eran los integrantes de un pueblo bárbaro de origen germánico oriental que quedó en la historia como símbolo del salvajismo y de la falta de civilidad. Por eso el término vándalo hoy se utiliza para hacer mención a la persona que comete acciones propias de la gente salvaje.
VandalismoVandalismo, por lo tanto, es un concepto que puede utilizarse para nombrar a la destrucción que parece propia de los antiguos vándalos. Es una conducta destructiva que no respeta las cosas ajenas y que suele expresarse a través de la violencia.
El vandalismo es la hostilidad hacia las propiedades ajenas. Suele manifestarse en el espacio público con ataques a monumentos, bancos, paredes, etc., ya sea con la intención de transmitir un mensaje o por el simple hecho de destruir lo ajeno.
Una de las formas más frecuentes de vandalismo es el graffiti cuando se concreta sin autorización. Las pintadas en las paredes de una casa o en una estatua tienen víctimas (el dueño de la residencia, el Estado) que sufren daños patrimoniales. Quienes se expresan a través del graffiti, sin embargo, sostienen que la libertad de expresión trasciende la propiedad privada o los objetos materiales.
El vandalismo también puede desarrollarse de forma virtual a través de la alteración de las páginas de Internet. Una muestra del vandalismo digital ocurre cuando se interviene un sitio para la publicación de un mensaje contrario al verdadero espíritu de la página en cuestión (como la inclusión de una proclama a favor del aborto en un sitio de la Iglesia Católica, por ejemplo).